¿Son seguros los extractos CO2 supercríticos?

Cada día son más los laboratorios como Pranarom que, además de la destilación tradicional en frío, buscan nuevos métodos para obtener sus aceites aún más concentrados.

La extracción con fluidos supercríticos de material vegetal con disolventes como CO2, propano, butano o etileno es un tema que durante los últimos años ha ido en aumento.

La extracción de supercríticos permite el procesamiento de material vegetal a bajas temperaturas, lo que limita la degradación que se puede generar debido a altas temperaturas y evita el uso de solventes tóxicos.

La extracción de fluidos supercríticos consiste en utilizar fluidos que por encima de su punto crítico cuentan con propiedades similares a las de un líquido y similares a las de un gas por lo que son capaces de penetrar y transportar las moléculas predominantes del material vegetal utilizado.

El CO2 es el solvente supercrítico más utilizado en lo que se refiere a la aromaterapia y a la obtención de los aceites esenciales, gracias a que después cuenta con la capacidad de volver a su estado natural sin dejar residuos en el aceite resultante.

¿Qué son los extractos supercríticos de CO2?

Los extractos supercríticos de CO2 también se conocen como extractos de CO2 y, a veces, simplemente como CO2.

En su estado habitual, el dióxido de carbono es un gas que los seres vivos respiramos continuamente.

Sin embargo, utilizando equipos especializados de extracción supercrítica de CO2, el dióxido de carbono se puede presurizar hasta que alcanza un estado fascinante en el que es simultáneamente un líquido y un gas. Este estado se conoce como supercrítico.

El dióxido de carbono que ha alcanzado el estado supercrítico es capaz de actuar como un solvente superior que puede disolver los componentes naturales presentes en el material botánico que está expuesto al CO2 supercrítico dentro del equipo especializado utilizado para este fin.

Posteriormente, el CO2 vuelve a la presurización natural y el CO2 vuelve a su estado gaseoso normal.

¿Cuál es la diferencia con los absolutos?

Los absolutos normalmente se extraen con disolvente usando hexano como disolvente. Pueden quedar trazas de hexano en el absoluto final. Sin embargo, con la extracción supercrítica con CO2, el CO2 se usa como solvente y todo el CO2 vuelve a su estado gaseoso normal una vez que se completa la extracción.

Por lo que la extracción supercrítica con CO2 elimina el riesgo de que queden trazas de solventes químicos en el aceite vegetal que se obtiene al final del proceso.

¿Cuál es la diferencia con los aceites esenciales?

La producción de aceites esenciales requiere calor para destilar el material vegetal. Incluso para los aceites cítricos prensados ​​en frío, puede haber algo de calor debido a la fricción. Los extractos de CO2 poseen una ventaja sobre los aceites esenciales porque el material botánico y el proceso de extracción supercrítica de CO2 requieren mucho menos calor.

Además, la extracción con CO2 también se puede utilizar para producir lípidos superiores (aceites portadores) que contienen más materiales insaponificables beneficiosos de la planta que el prensado en frío no puede extraer.

Aunque se supone que los aceites portadores prensados ​​en frío se prensan a temperaturas muy bajas, la fricción que se produce aún puede generar calor durante el proceso.

¿Qué método es más caro?

Los extractos de CO2 tienden a costar más que sus contrapartes de aceites esenciales. Esto se debe principalmente a que el costo del equipo para producir extractos de CO2 es significativamente mayor que el costo de los alambiques necesarios para producir aceites esenciales.

Sin embargo, el costo de algunos extractos de CO2 es comparable o casi comparable al de sus contrapartes de aceites esenciales.

Debido a que los extractos de CO2 pueden contener más moléculas aromáticas y lipofílicas presentes en la planta que los aceites esenciales, es prudente tener mucho cuidado al usar extractos de CO2, particularmente cuando se usa un nuevo extracto de CO2 por primera vez.