¿Se puede reforzar el sistema inmunológico con aromaterapia?

Un sistema inmunológico saludable funciona como una armadura corporal, protegiendo al organismo de las amenazas que la bombardean constantemente. Los microorganismos se encuentran en las manos, en los alimentos que se consumen y en el aire que se respira.

Al igual que el aire, no se presta mucha atención al sistema inmunológico hasta que algo se filtra por un hueco de la armadura. Cuando nos sentimos mal, de repente, nos damos cuenta de cuánto dependemos de nuestro sistema inmunológico.

Los aceites esenciales y tu sistema inmunológico

Hay muchas formas para asegurarse de que el sistema inmunológico funciona correctamente. Por ejemplo, lavarse las manos antes de comer limita la cantidad de gérmenes a los que se está expuesto. Sin embargo, también se puede optar por el uso de aceites esenciales para estimular el sistema inmunológico y reforzar las defensas de cara al invierno.

Los aceites esenciales se utilizan principalmente en la aromaterapia con la intención de proporcionar bienestar al organismo en general.

Pueden ser utilizados para diversos propósitos como favorecer la relajación, aliviar el estrés o reforzar las defensas en invierno.

El sistema inmunológico está compuesto por varias células que protegen al organismo de diferentes tipos de amenazas, como lesiones físicas y patógenos. El sistema inmunitario se puede dividir en dos categorías: inmunidad innata y adaptativa.

La inmunidad innata, la primera defensa del cuerpo contra un intruso, incluye barreras físicas y químicas, como la piel y el ácido estomacal, y responde rápidamente a las amenazas.

Comparativamente, el sistema inmunitario adaptativo responde más lentamente y evita que nos enfermemos en el futuro, ya que involucra células sistémicas especializadas que eliminan los patógenos que el cuerpo ha encontrado previamente.

Beneficios de los aceites esenciales

Varios aceites esenciales tienen la capacidad para apoyar el sistema inmunológico.

Estas capacidades dependen de la composición química del aceite esencial, que puede variar según la región en la que se cultivó la planta y los métodos de extracción utilizados.

Aceite esencial de romero

Los aceites esenciales de romero se obtienen de las hojas, tallos y flores del arbusto de romero, que forma parte de la familia de plantas Lamiaceae.

El aceite esencial de romero está repleto de diferentes fitoquímicos que brindan una serie de diferentes beneficios y propiedades. Debido a sus propiedades expectorantes los quimiotipos del aceite esencial de romero cineol, alcanfor, a pineno y verbenona son los mejores durante los meses de invierno para mantener el hogar protegido.

Las principales propiedades del aceite de romero son sus cualidades bactericidas y antifúngicas naturales. También funciona como descongestionante para la nariz y los senos paranasales.

Aceite esencial de eucalipto

El aceite esencial de eucalipto se obtiene de las hojas de los árboles Eucalyptus globulus de la familia de plantas Myrtaceae nativas de Australia. Los beneficios del aceite esencial de eucalipto incluyen capacidades de apoyo inmunológico, como actividades antiinflamatorias, antioxidantes y bactericidas.

El aceite esencial de eucalipto, y en particular, su componente principal, el 1,8-cineol, tiene propiedades antimicrobianas altamente efectivas, poderosas y estudiadas. Eso significa que tiene la capacidad para luchar contra insectos de triple acción: no solo puede atacar ciertos virus como el resfriado y la gripe, sino que también elimina las bacterias que pueden causar infecciones secundarias como la sinusitis.

Además, las propiedades antiespasmódicas, mucolíticas y expectorantes del aceite de eucalipto ayudan a calmar la tos, despejar los senos nasales obstruidos y aflojar la mucosidad para facilitar la respiración.

Al limpiar la congestión pulmonar y nasal, el aceite de eucalipto también puede ayudar a aliviar los síntomas de la fiebre. Incluso se ha encontrado que ayuda con las complicaciones del tracto respiratorio como la bronquitis.

Como antiinflamatorio natural, algunos estudios demostraron que también actúa como analgésico al reducir la hinchazón y aumentar el flujo sanguíneo para aliviar dolores de cabeza, dolor de garganta, dolor muscular, fiebre y dolor de cuerpo.

Los estudios sugieren que se debe comenzar con el aceite de eucalipto lo antes posible, preferiblemente dentro de los primeros 2 días cuando comienzan punzadas o resfriado. Aún mejor, si alguien alrededor ya está enfermo, lo mejor es comenzar a difundir eucalipto para matar el virus del aire.

Aceite esencial de clavo

El aceite esencial de clavo se obtiene de los botones florales secos de los árboles de clavo que pertenecen a la familia de plantas Myrtaceae nativas de Indonesia. Se ha demostrado que cuenta con propiedades antiinflamatorias, antimicrobianas, antioxidantes y antifúngicas.

Los principales componentes del aceite esencial de clavo son los fenilpropanoides, que incluyen carvacrol, timol, eugenol y cinamaldehído. Estos y otros compuestos que se encuentran en el aceite esencial de clavo, como los terpenos y los flavonoides, han demostrado capacidades de apoyo inmunológico.

No obstante, debido a la gran variedad de aceites esenciales que actualmente están a nuestro alcance, existe un sinfín de opciones que ayudan a proteger el organismo como el aceite esencial de ravintsara, lavanda, tomillo, canela, bergamota, ciprés, geranio o menta piperita entre otros.

Lo importante, prestar atención al quimiotipo para estar seguros de que se trata de un aceite expectorante y bactericida.

BIBLIOGRAFÍA

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